Contenido

El Color De Mi Odio

Hay momentos en donde ya no puedo más,
y me rompo y quiebro y suenan las rodillas y sus huesos,
y no puedo más.

Hay momentos donde el aire me falta,
y el que no falta es denso y pesado,
un aire caliente y abrumador que se condensa bien dentro en los pulmones y no deja salir, 
y termina ahogando.

Hay momentos donde no puedo seguir,
no aguanto verme al espejo o escuchar mi voz,
sentir mi piel o saber de mi existencia,
hay momentos donde sería más fácil morir,

dejarse caer, hundir sin nada más,
desaparecer,
desvanecerse entre las cobijas para nunca más emerger,
quemarse la memoria, 
separar cada célula,
desintegrar el más mínimo resto de aquello que alguna vez llamé yo...

yo

yo

Por qué yo, 
por qué yo.
De entre todas las formas existentes de vida posible 
por qué yo,
y por qué no.

Si la naturaleza o el azar,
o un vestigio de absurdo divino
alguna vez decidió entretenerse con un drama de penuria burdamente doloroso,
una novela romántica sin amor,
una aventura cósmica sin ciencia ficción,
un soneto de lamento tardío y eterno,
aquella canción para llorar,
entonces por qué no.

Pedazo de mierda maldito que se regocija ajena ante mi memoria,
pero no más puedo hacer,
no más puedo cambiar,
la predestinación involuntaria de una hoja de personaje maldita está calcada en cada fibra y partícula de mi ser.

No puedo más que ser
aquella figura perdida en un paraje perdido
con sueños y soluciones igualmente perdidas.
No puedo más que fingir
y mover
y pretender que danzo - cuando caigo
y pretender que canto - cuando llanto
y pretender que río - cuando duelo
y pretender que vivo - cuando pudro

qué más puedo hacer.

Tampoco es como si fuera nuevo.
Aquel dolor y odio interno,
aquella falta de aceptación a lo que llamo yo
y el resentimiento que vibra cada que me recuerdo,
no es nueva,
sólo ha cambiado de color,
de nombre,
de rostro.

Y así como cambió seguro volverá a cambiar.
Este maldito duelo puede que termine,
pero entonces surgirá otro peor
y otro peor
y otro peor...

La pregunta más bien sería
qué terminará primero
este duelo - o yo.