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Deutschesprachelängezusammengesetztewörtereffizienzpraxisparadox

Sobre la funcionalidad de las palabras compuestas en el idioma alemán.

Para cualquiera que haya empezado a explorar un poco del idioma alemán habrá notado un poco de su rudeza en la recepción de quienes intentamos aprenderlo. Y es que no resalta sólo por su pronunciación altamente consonante y gutural, sino que también posee una característica que pocos idiomas presumen: la capacidad de mezclar dos o más palabras con el objetivo de componer una nueva con un significado nuevo.

Es cierto que existen otros idiomas que también poseen esta cualidad, como son el náhuatl (idioma nativo de México), el finlandés, el islandés, el holandés, el sueco y en ocasiones el inglés, sin embargo el alemán se ha ganado fama entre amantes de los idiomas por esta particularidad (por su puesto también enfoco este artículo al alemán porque es el idioma que estoy aprendiendo y no sé hablar los demás nombrados a excepción de inglés… pero obviamente las palabras compuestas del inglés no se comparan).

En lingüística, esta cualidad es llamada composición, palabras compuestas o idiomas aglutinantes, y es conocida en el alemán puesto que compone gran parte del vocabulario diario, como es el caso de Zeug (en español: “cosa”) que puede ser mezclada con Flugen (“volar”) para crear Flugzeug (avión o “cosa que vuela”) o con Spielen (“jugar)” para crear Spielzeug (“juguete”).

La composición es una cualidad muy versátil y poderosa, que le da a un idioma mucha flexibilidad. Además de esto, es interesante notar cómo esta cualidad dota al idioma de una capacidad práctica y eficiente, no sólo al momento de crear conceptos sino también al momento de leerlos e interpretarlos por primera vez; y digo que es interesante notarlo porque la cultura alemana es constantemente vinculada a la idea de la eficiancia en la práctica.

El asunto está en que en el alemán las palabras compuestas no poseen una regla para medir la cantidad máxima de palabras que se puedan mezclar, por lo que puede derivar en palabras largísimas que componen conceptos complejos. En internet se han vuelto famosos algunos casos en donde estas palabras presumen una envidiable longitud:


  • Rindfleischetikettierungsüberwachungsaufgabenübertragungsgesetz: “Ley sobre la transferencia de las obligaciones de vigilancia del etiquetado de la carne de vacuno y la designación de los bovinos”.

  • Grundstücks­verkehrs­genehmigungs­zuständigkeits­übertragungs­verordnung: “Ordenanza de transferencia de competencias sobre terrenos”.

  • Donaudampfschifffahrtselektrizitätenhauptbetriebswerkbauunterbeamtengesellschaft: “Sociedad de funcionarios subordinados de la construcción de la fábrica principal de la electricidad para la navegación de barcos de vapor en el Danubio”.


Es así como en una tarde de plática y risas me di a la tarea de crear mi propia palabra compuesta de un concepto que considero necesario:

Deutschesprachelängezusammengesetztewörtereffizienzpraxisparadox, o en español: “Paradoja de la eficiencia de la práctica de largas palabras compuestas del idioma alemán”.

Este concepto resalta la ironía de la paradoja de la eficiencia que tiene el alemán al admitir la creación de palabras compuestas sin límite de longitud, puesto que, cuando se crea un concepto lo suficientemente largo, la eficiencia y practicidad de este rasgo del idioma se puede ver ofuscada por la complejidad que puede requerir el pronunciarlas o leerlas, sobretodo cuando se trata de personas que no poseen el alemán como un idioma nativo o fluido.